Tomando como referencia la práctica del relato de viajes, género que dio lugar a algunas de las muestras más fantasiosas de la literatura de todos los tiempos, especialmente durante los siglos de coloniaje de América del Sur y que cimentó en el subconsciente colectivo europeo las ideas de los americanos como seres con características antropométricas singulares y de costumbres salvajes, "Zeitschleifen", propone una mirada irónica a los estereotipos sobre el tercer mundo en el primer mundo en épocas de globalización.

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Un viajero reporta en tiempo real desde una especie de "no lugar", su antiguo terruño, transfigurado en un paisaje de pesadilla, en la que el tiempo gira sobre el mismo terreno, siguiendo las estructuras narrativas de los relatos de viaje de los tiempos coloniales, y directamente desde el corazón del tejido social latinoamericano destruido por los efectos de la globalización. Las fracturas y fracasos sociales y políticos relatados, la conflictividad social, etc. parecen confirmar todo aquello que el espectador europeo promedio espera o desea oír sobre el "ingobernable" y caótico mundo latinoamericano. La ratificación afirmativa de los clisés es llevada hasta el punto de paroxismo, en el cual se develan como construcciones que aún pulsan en la mente europea de hoy.

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"Zeitschleifen" fue uno de los primeros, si no el primer performance, realizado en Ecuador con la participación de tecnologías de la información y comunicación aplicadas en tiempo real para la producción artística. Para ello se contó en Quito con la cooperación del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina, CIESPAL, una de las pocas instituciones que contaba en aquel momento de una banda ancha adecuada para la ejecución de esta idea. A través del internet el relato llega a una del Festival Echtzeithalle en donde entra en diálogo con la música en vivo de Hans Wolf y la manipulación de la presentación por medio de una proyección de la información recibida, a cargo de Romuald Dehio.